FARMACOLOGÍA CLÍNICA: La progesterona endógena es producida por el cuerpo lúteo durante la segunda mitad del ciclo menstrual normal. Los niveles de estradiol, que alcanzan su pico máximo inmediatamente antes de la ovulación, disminuyen con los aumentos de los niveles de hormona luteinizante y hormona folículo estimulante, y con el incremento de los niveles de progesterona. El aumento del espesor del endometrio se asocia con el incremento de los niveles de estrógenos en la primera mitad del ciclo, y la transformación del endometrio estimulado con estrógenos en un endotelio secretorio se asocia con el aumento de los niveles de progesterona en la segunda mitad del ciclo. Ante la ausencia de embarazo, la menstruación tiene lugar una vez finalizada la producción de progesterona. Se puede corregir el desequilibrio hormonal que puede generar hemorragias uterinas disfuncionales o amenorrea secundaria mediante la administración de progesterona exógena. En el embarazo, la progesterona desempeña un rol crucial en el proceso destinado a transformar el endometrio estimulado con estrógenos en un endotelio secretorio capaz de aceptar un óvulo fertilizado y mantener la posterior implantación del embrión durante las primeras fases del desarrollo. El cuerpo lúteo representa la fuente principal del progestágeno natural, progesterona; la placenta sigue segregando progesterona a fin de mantener el embarazo. La progesterona estimula el desarrollo de los componentes glandulares de las mamas, aumenta el espesor del moco cervical e incrementa la temperatura corporal. Asimismo, es antagonista de los efectos de retención de sodio de los mineralocorticoides, lo que conduce a un aumento de la secreción de aldosterona. Después de la menopausia, la pérdida de secreción ovárica de estradiol puede generar inestabilidad de la termorregulación, causando rubores calientes asociados con alteraciones del sueño y sudoración excesiva, atrofia urogenital, dispareunia e incontinencia urinaria. La terapéutica de reposición estrogénica alivia muchos de los síntomas asociados con la deficiencia de estradiol en la mujer menopáusica. El uso cíclico concomitante de un progestágeno durante la terapéutica de reposición estrogénica se opone a la estimulación del endometrio producida por los estrógenos, lo que genera una transformación secretoria de dicho órgano, y la interrupción del progestágeno crea un desprendimiento del endometrio y hemorragias vaginales. El tratamiento con un progestágeno reduce el riesgo de cáncer de endometrio.
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